jueves, 29 de diciembre de 2011

CANSADO DE ORAR?


CANSADO DE ORAR?

JOSUE: 1:8 Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.


Bello mandamiento de Dios con promesa.

Típico de la vida cristiana y de todo cristiano es pasar por determinadas épocas de su nueva vida en Cristo, que se ha sentido cansado de orar, en muchas otras ocasiones hasta se nos agota el repertorio y ya no sabemos ni que orar. Pero porque nos cansamos de orar? Esto pasa porque generalmente lo hacemos de la manera indebida y centramos prácticamente todas nuestras oraciones en pedir y pedir, convirtiendo nuestra vida devocional en una vida de petición. Esto pasa porque somos egocéntricos y solo nos centramos en nuestras necesidades y nuestros deseos, y como no hacerlo cuando conocemos de un Dios todo poderoso y bueno como solo lo es el…?
1. Santiago 4:3: Pedís, y no recibís, porque pedís mal, para gastar en vuestros deleites.
Miremos como este pasaje nos enseña que lo hacemos mal. pues generalmente pedimos de acuerdo a lo que creemos que necesitamos y no conforme a la voluntad del señor y de su sabiduria, el es quien en verdad sabe que es lo que necesitamos.



Pero la fatiga viene cuando no encontramos una respuesta inmediata a nuestras peticiones, o por que estas respuestas no llegan conforme lo hemos pedido, o  porque no se ha hecho conforme a nuestra voluntad.

Pero deberíamos descansar en este bello pasaje que nos da el libro de Josué, y cambiar nuestra perspectiva de oración. Cuando meditamos en lo que es Dios y su sagrada palabra, no estamos haciendo otra cosa más que orar, estamos abriendo las puertas de nuestro corazón y estamos entrando en conexión con el altísimo y este, es ahí cuando entra a través de su Espíritu Santo para llenarte, para reargüirte, comienza a darte respuestas, comienza a enseñarte. No debemos de pensar o creer, que es que Dios no nos escucha, o que nos ha dado la espalda. No, eso no… debemos de tener la plena certeza de que Dios escucha absolutamente todas nuestras oraciones. No creerlo sería negar su deidad divina de ser omnipresente y omnisciente.

Pero qué tal si mas bien nuestras oraciones, en lugar de sentirnos cansados de orar, las direccionamos hacia la intersección, por aquellos que podamos reconocer que al igual que nosotros, son y somos unos eternos necesitados de Dios? Porque no cambiar nuestro modelo de oración, meditando en las enseñanzas que encontramos en ese precioso libro llamado la biblia? Que de por si no son pocas. Todo lo contrario, diría yo que Dios sobreabundo en riquezas de sabiduría con tantas enseñanzas que nos dejo en su palabra. Ten la plena certeza de que cuando haces esto, encontraras en ello cientos de respuestas a tus plegarias y en un sinnúmero de ocasiones te explicaras y entenderás porque Dios no ha respondido como se lo pedimos.

Cansados de orar, quizás sí. Yo me cuento entre los tantos, y confieso que hasta motivos he encontrado en este cansancio para enojarme con Dios por su silencio, por sus no respuestas. Pero que rey, o que monarca acá en la tierra será que se sienta a discutir con sus gobernados, acerca de sus leyes o edictos. Ellos solo atinan a decir edítese y cúmplase. Y todos los súbditos o gobernados solo tienen que guardar silencio y someterse así les guste o no. sopena de ser sancionados, penalizados y hasta condenados.

Pero porque con el rey de reyes, con el gobernador de gobernadores, con el Dios de dioses, con ese si nos enaltecemos? Porque con él si protestamos? Porque con él si nos queremos levantar, cuestionar y controvertir sus enseñanzas, sus mandamientos?

No sería mejor guardar silencio y pacientemente esperar? No sería mejor decirle, señor de verdad voy a esperar pacientemente en ti. Voy a creer y voy a confiar. Sé que tu sabes que es lo que realmente yo necesito y que es lo que más me conviene, así yo no esté de acuerdo. Tú eres rey, tú eres mi Dios, y a ti me someto con humildad y obediencia. Así yo no entienda y crea que es doloroso o indiferente el trato que tú me das, tengo la certeza de que tu estas obrando en mi y más bien siento el gozo y el privilegio de saber que estoy en tus preciosas manos, por lo cual hoy me motiva decir, bendice alma mía a Jehová mi Dios. Nunca más estaré cansado de orar.

Pido a Dios por todas aquellas personas que puedan leer estas palabras para que su santo Espíritu les redarguya y porque tu les bendigas grandemente. Amén.




1 comentario:

  1. Bendiciones varón sigue con esos temas tan interesantes y edificantes

    Bendiciones

    ResponderEliminar